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Embarazo y Trabajo

El desempeño laboral durante el proceso de gestación es algo que preocupa a las mujeres. Sin embargo, el psicólogo y especialista en terapias para embarazadas, Patricio Elgueta, señala que hay estudios que demuestran que la productividad en la mujer se mantiene y hasta aumenta cuando percibe que está siendo cuidada y apoyada por su entorno laboral.

Además, se ha comprobado que la creatividad de la mujer también se incrementa durante esta etapa de su vida. La idea es que cada mamá mantenga su rutina habitual de trabajo, su auto cuidado, y que una vez llegado el período de pre-natal lo aproveche para intensificar la comunicación con su bebé y consigo misma.

Según el gineco-obstetra de la Universidad Católica, Jorge Carvajal, un consejo general para que las mujeres enfrenten de mejor manera el embarazo, es que desde el punto de vista laboral deben continuar con sus actividades normales, al menos que se trate de trabajos pesados, que impliquen un desgaste físico y el uso de la fuerza.

Desde IRT-Medicina para Empresas SA, una especialista en salud laboral advierte: “No se debe tomar al embarazo como una enfermedad. Durante este período no es necesaria una disminución de la carga horaria, a menos que se presenten causas propias al embarazo que así lo requieran”. Y agregó que tampoco se deben considerar como justificativos de ausencia, los dolores habituales que todo embarazo presupone como por ejemplo molestias en las piernas, dolor de abdomen y musculatura en general.
La embarazada sufre una serie de cambios fisiológicos que la hacen más susceptible a los estresores físicos y mentales.

Las consecuencias negativas de estos estresores varían en función de la constitución, la resistencia y la adaptación que tenga cada trabajadora, pero cuando se producen, aparecen preferentemente en el último trimestre del embarazo, pues van agravándose a medida que avanza la gestación.

En general, las causas que están implicadas en la aparición de estos tipos de consecuencias son bastantes similares y suelen ser la realización de esfuerzos, la adopción de posturas forzadas, los escasos tiempos de descanso y la repetición de un determinado esfuerzo.
Los efectos de una sobrecarga de trabajo en la mujer embarazada pueden agruparse en tres grandes bloques: patología osteomuscular, patología vascular y estrés.
Medidas preventivas

Realizar un trabajo fuera de casa no comporta en sí, un factor de riesgo para el embarazo siempre y cuando las condiciones de trabajo sean las adecuadas. Hay que procurar hacer un análisis de las mismas para cada caso y ver la frecuencia y envergadura de las cargas, el número de horas trabajadas, si se trabaja a turnos o no, la sobrecarga debida al trabajo en casa, como por ejemplo, el tener niños pequeños, etc.

Durante el embarazo hay más dificultad en realizar determinadas actividades, entre las que se encuentran las siguientes:

• Subir escaleras.
• Alcanzar objetos situados en estanterías altas.
• Levantar cosas del suelo.
• Permanecer de pie.
• Manejar pesos.

Sobre este aspecto, la especialista de IRT-Medicina para Empresas SA recomendó tener especial precaución sobre dos cuestiones. En primer lugar, recordar los riesgos que implica la realización de radiografías y advertir a las pacientes que es su responsabilidad aclarar toda posible sospecha de embarazo al realizarse este tipo de prácticas. Por otro lado, resulta importante evaluar y controlar a aquellas personas que trabajen con tóxicos por las consecuencias que podrían desprenderse al inhalarlos o manipularlos.

Dado que es imposible evitar los cambios "estructurales y fisiológicos" que se producen en la mujer durante el periodo gestacional, lo más adecuado es seguir una política preventiva basada en la educación y adiestramiento de las personas siguiendo la siguiente pauta:

• Enseñar a las personas a adoptar una postura correcta y evitar posturas forzadas o extremas al realizar la tarea, así como enseñar a manejar las cargas de una forma correcta.

• Practicar con regularidad algún tipo de ejercicio o deporte aumenta la capacidad física.

• Comer sano y equilibrado y procurar no excederse en el peso.

En cuanto al diseño del puesto y la organización del trabajo es aconsejable seguir las siguientes recomendaciones:

• Es necesario poder adaptar el puesto de trabajo a la persona, especialmente en el caso de la mujer embarazada en la que se dan grandes cambios de necesidad de espacio, alcances, cambios posturales, etc.

• Disminuir el tiempo de exposición a trabajos pesados y aumentar el número de pausas.

Fuente: IRT

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